Publisher's Synopsis
No se puede ser imparcial frente a Cristo. No es posible que alguien diga: "yo no tengo nada que ver con Cristo ni su evangelio, y él no tiene porqué condenarme, pues soy neutral. Yo lo respeto y admiro su sacrificio y su doctrina, pero, trato de ser imparcial". Este versículo nos dice que esto es imposible. O el hombre cree en Cristo y es salvo de la ira de Dios, o el hombre rechaza a Cristo (sutil o abiertamente) y es condenado; es decir, ya es sujeto del juicio de Dios. Una persona no necesita esperar hasta al día del juicio final para saber cuál será su estado último; no, ahora mismo puede saberlo: Si cree en Cristo, es salvo, y le espera la glorificación eterna; pero si no cree en Cristo, ya reposa sobre él la sentencia de condenación eterna.