Publisher's Synopsis
Que los muchachos, en esa época, se reunieran en pandillas, en el buen sentido de esa expresión, era normal. Yo nací en el 1955, quiere decir que hay mucho de real en la novela. Joe, el Loco, es un líder natural entre los demás; es pícaro, inteligente, soñador y es quien narra la realidad que le tocó vivir. Lo hace desde la inocencia de su edad. Eran años difíciles, de un periodo especial que nadie bautizó con ese nombre, de escaseces; pero floreciente en aventuras radiales, televisivas, juegos de barrios, prácticas de deportes, excursiones; y los chamacos se inventaban un mundo de fantasía, que, además, se creían. Este mundo desapareció de repente y el final abrupto del relato está hecho de forma intencional. Nunca más la niñez gozó de aquellas bondades que, de pronto, desaparecieron. A pesar del congrí con fideos, del picadillo de cáscaras de plátano y de las pizzas de yuca, la niñez se vivía, se disfrutaba, éramos niños de verdad. Es el mensaje que quiero dar. El toque de humor siempre va a estar en mi obra, o casi siempre, tanto narrativa como en la dramaturgia. Incluso, mi repertorio teatral, cuando no es bufo, coquetea con él. Noelio Ramos Rodríguez